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La geología de esta zona es rica en elementos, que una vez que sabemos que existen, son muy reconocibles. Desde la llanuras de los somontanos formadas por materiales blandos y dispuestos en capas horizontales, cortadas por los ríos y barrancos que individualizan los relieves más importantes como: mesetas (sasos y coronas) y cerros (tozales) que destacan en el horizonte; hasta la sierras prepirenaicas exteriores donde las fuerzas tectónicas crearon el sector más alto de esta alineación.

Esencialmente la sierra es un pliegue, cuyo flanco sur es una sucesión de escarpes, con las zona de las cimas redondeada por la erosión, la misma que ha tallado imponentes precipicios en los cursos fluviales creando una red de barrancos (y cuevas) que ha hecho famosa a la sierra de Guara, gracias a la roca que domina en ella, la caliza.

El interés de la geología radica en que nos va ayudar a comprender el porque de muchos elementos del territorio. Por ejemplo los relieves influyen en el clima, en el desarrollo de la agricultura o de la ganadería en una zona concreta, y en las comunicaciones haciendo que estas en la montaña sean más dificultosas. Las características de los materiales (en nuestro caso la roca caliza) determinaran la escasez de cursos de agua superficiales y en su lugar abundaran las cuevas, y surgencias en el fondo del valle; incluso los materiales de las viviendas dependerán de los más abundantes en la zona, arcilla en los somontanos y losa de arenisca en el norte de la sierra usado para techar.

La geología suele ser la materia que menos interés suscita entre los interesados por la naturaleza, incluso el parte meteorológico tiene más aficionados, pues aunque, no acabemos de entender las isobaras ni la dinámica de la presión, le encontramos una utilidad, saber el día de la excursión o del viaje que tiempo hará y si tenemos que coger el paraguas, o el sombrero.

Con la geología tenemos que hacer algo parecido, ver que nos ayuda a comprender el clima, la vegetación e incluso las actividades humanas; y de la misma forma que podemos disfrutar del espectáculo del cielo de un atardecer aunque no sepamos muy bien como se forma, igual tenemos que hacer con los elementos de la geología, disfrutarlos, que poco a poco los iremos comprendiendo.

Por eso aquí vamos a empezar de otra forma, veremos primero como distinguimos los elementos geológicos a través de  su relieve, de que materiales están hechos y por último entraremos en la explicación de su formación, tal vez la parte que necesite más de nuestra imaginación.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que las dimensiones en las que nos vamos a mover son inmensas, tan grandes que no nos damos ni cuenta de que existen. El tiempo humano, el que vivimos, el que dura una civilización, es un suspiro en términos geológicos. Y los volúmenes de materiales que se mueven, son tan colosales que, creo, que ni somos capaces de imaginarlos.

Geográficamente podemos dividir el territorio de Nueno en dos partes: una zona al sur en los somontanos y otra al norte que pertenece a las Sierras Exteriores Prepirenicas, en adelante la Sierra.

La primera zona esta formada por ligeras pendientes que enlazan la Sierra con las llanuras del centro del valle del Ebro. Solo los cursos encajados de los ríos y barrancos rompen esta suavidad del relieve, erosionándola y cortándola, delimitando relieves en forma de tablero o mesetas, llamadas localmente sasos, coronas, y tozales en el caso que su superficie se halla reducido a la cima de un cerro; de manera que todos los relieves de esta zona, no están producidos por plegamiento ni levantamiento de montañas sino por la erosión. Bueno hay otra excepción a las suaves pendientes, las grandes paredes de roca anaranjada, pegadas literalmente a la sierra. Solo una roca dura como los conglomerados puede mantener paredes verticales de más de 100 metros formadas por un amasijo de pequeñas rocas unidas con un cemento calcáreo. Rematados por formas redondeadas, en la zona se les denominan mallos, y destacan en la lejanía cuando nos acercamos desde el sur, como ocurre con el Salto de Roldán.

Los conglomerados, así como la arenisca y la arcilla que forman los somontanos son los escombros, los materiales arrancados por la erosión de la Sierra y transportados por corrientes fluviales, sin cauce fijo hasta el valle del Ebro. Los más pesados como rocas y gravas de gran tamaño quedaron depositados en el mismo pie de sierra, formando los conglomerados del Salto de Roldan. Los materiales más finos como la arcilla llegaron mucho más lejos, llevados por cauces efímeros que cruzaban serpenteando (con meandros) los materiales dejados anteriormente, estos cauces una vez abandonados se fueron rellenando de arena, con el tiempo esta se ha ido endureciendo y transformándose en una roca, la arenisca, que forma las bancadas de piedra de arena para los del lugar y los paleocanales para los geólogos; esta roca es la que se usa como sillares para la construcción en todos los somontanos. De los cursos de agua en arrollada más recientes nos han quedado en la superficie, coladas de piedras poco rodadas, estas se han cementado por el carbonato cálcico del agua, formando una roca llamada localmente mallacan que se encuentra en los sasos, y era la que hasta la llegada de la mecanización del campo evito que muchas de estas superficies pasaran de monte y pasto a campos agrícolas.

A continuación y al norte de los somontanos empiezan La Sierra. Aquí encontramos las máximas alturas, incluyendo el pico de Guara que con sus 2077 metros es la máxima cota de toda esta alineación montañosa. Si bien esta altitud tal vez no sea demasiado en otras montañas, aquí sabiendo que la llanura en la que se encuentra la ciudad de Huesca esta a poco más de cuatrocientos metros, el desnivel es formidable y esto veremos que se verá reflejado en el clima. Pequeñas sierras perpendiculares a la dirección general del Prepirineo y picos de forma aplanada trabajados por la erosión, alternan con escarpes y largas paredes verticales, solo en el fondo de algunos valles hay superficie apta para el cultivo, el resto roca viva y piedras. Aquí en la umbría de Guara encontramos la que seguramente sea una de las mayores pedreras del Pirineo, resultado de un historia geológica azarosa; el colosal levantamiento supuso la rotura y debilitamiento de la roca, y un pasado clima muy frío, lo que propicio su desmenuzamiento y acumulación en toda una ladera, que aún continua activa hoy día.

A pesar de las elevadas precipitaciones de algunas zonas, la porosidad de la roca caliza de esta sierra hace que carezca de lagos, y los cursos de agua superficiales son escasos, al poco de caer el agua de las precipitaciones desaparece de la superficie, formando una impresionante red de dolinas, simas, galerías y cuevas, y vuelve a aparecer en forma de surgencias y manantiales, normalmente en el fondo de los valles fluviales. La dureza de la caliza contrasta con la “facilidad” con que la disuelve el agua a lo largo de millones de años, lo que ha generado una completa red de barrancos, gorgas y estrechos que han hecho a esta sierra famosa, así como de cuevas y simas que pasan más desapercibidas.

Un poco más al norte el relieve vuelve a suavizarse, el fondo del valle esta a mayor altura y por lo tanto se reduce el desnivel. Los valles antes de cruzar la sierra para desaguar en el valle del Ebro, van paralelos a la Sierra. Las capas que forman la roca alternan areniscas y margas (arcilla con caliza), y las podemos seguir, y andar sobre ellas durante largas distancias, como no se encuentran en posición horizontal tal y como se formaron, sino que las encontramos inclinadas hacia el norte no generan relieves tabulares tan claros como en el somontano, sino relieves con ladera al norte y escarpe al sur, como ocurre en toda la Sierra. La roca que forma esta zona es más impermeable por lo que son más frecuentes los pequeños cursos de agua, y las cuevas quedan reducidas a abrigos bajo en vuelo de las capas de arenisca.

 

Formación

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Si ya tenemos asimilados los relieves y los materiales ahora podremos comprender mejor como se formaron.

El reino mineral al que pertenecen las rocas y de cuyo estudio se encarga la geología es inanimado, sin vida, pero esto no quiere decir inmóvil. La parte más exterior del planeta la corteza terrestre, se mueve pero muy lentamente, aunque nosotros solo lo apreciamos cuando lo hace violentamente como en los terremotos o en los deslizamientos de tierra. De hecho sus movimientos los podríamos reducir a dos acciones, la superficie se contrae o se estira. Cuando la superficie terrestre se estira, se adelgaza, se forma una depresión que es ocupada por el agua, formándose una cuenca marina, y así puede estar durante millones de años recibiendo el agua y los sedimentos de los ríos. Esto es lo que ocurrió en el Prepirineo los materiales más antiguos son del Triásico (240 millones de años) formados por arcillas y yesos, y sobre ellos según aumentaba la profundidad del mar y de la cuenca se depositaron los materiales que serán las futuras rocas calizas y tras de ellas las margas.

El cambio de las condiciones en el mar origina un cambio de materiales, la margas de Arguis son las rocas que se originaron a mayor profundidad, la calizas de Guara en zonas de plataforma ya a menos profundidad y con un clima cálido como lo atestiguan los fósiles que contienen. Por último en las areniscas de Belsué ya aparecen huellas del oleaje y de desembocadura de un río, que muestran la poca profundidad donde se formaron, señal de la reducción de la profundidad del mar en el que se encontraban. Las rocas situadas más al norte, son como las del somontano formadas fuera del mar por los sedimentos arrastrados por corrientes superficiales de agua.

Pero un buen día cesa el estiramiento de la corteza terrestre y empieza a contraerse, con lo que el tamaño del mar se va reduciendo poco a poco, pero de manera constante, este cambio se da en el Eoceno Medio (hace 85 millones de años) y aunque la cuenca marina va  empequeñeciéndose aún continua recibiendo sedimentos; el espacio es cada vez menor, pero el volumen de los sedimentos ahí acumulados es mayor, por lo que por la falta de espacio se van comprimiendo y plegando, hasta que llega un momento en el que no caben y afloran sobre la superficie del mar. Se esta formando una montaña, es la orogénesis.

Incluso ocurre, tal y como pasó en el Pirineo que el empuje desde el norte fue mayor, por lo que no solo los materiales se elevaron sobre el agua sino que por el empuje se desbordaron hacia el sur, deslizándose por encima de otros materiales, formándose los que se llama un cabalgamiento, con un frente de varios kilómetros y un desplazamiento del orden de 150 kilómetros para toda la cadena de los Pirineos. El extremo sur, que era el que iba delante, es el Frente de Cabalgamiento Sur y son los escarpes de roca caliza que vemos coronado la sierra sobre los conglomerados de los mallos.

Los sedimentos de la cuenca marina que son los principales componentes de las rocas de la sierra, una vez que afloran de la superficie del agua están expuestos a la erosión, por lo que la montaña a la vez que crece y se desplaza hacia el sur se va erosionando. Los materiales producto de la erosión fueron transportados hacia el sur, y son los que forman los somontanos, desde los conglomerados de los mallos del pie de sierra, a los yesos del centro del Valle del Ebro pasando por la arcillas y areniscas.

A grandes rasgos este es el origen geológico de este territorio.

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