2016-06-03

Aunque las plantas se pueden comunicarse entre sí con sustancias químicas que emiten al exterior, el hecho de que huelan es, en la mayoría de los casos, para relacionarse con los animales.

Las plantas necesitan de los animales para la polinización y para la dispersión de las semillas. Los pueden atraer con olores pues, en determinados ambientes como el interior de un bosque o durante la noche, la vista no es el mejor método de localización. El olor que produce cada planta está destinado a un grupo concreto de animales, y no todos son agradables para nosotros, como los de las plantas que se aprovechan de las moscas para la polinización, entonces los olores que producen son a carne podrida que resulta muy atractivo para estos insectos.

Para repeler a los animales, acumulan esencias y aromas que algunas plantas  desprenden nada más rozarlas. Algunos pueden ser muy intensos o incluso desagradables, pero incluso los que consideramos agradables, como los de la aromáticas, son un aviso de la toxicidad de la planta si la consumimos en grandes cantidades.

En el caso de los pinos, su característico olor se debe a una sustancia, el isopreno, que la planta produce para evitar que el árbol se recaliente por el sol.