El municipio de Nueno se encuentra situado al norte de la hoya de Huesca, en las primeras estribaciones de la Sierra de Guara. Forman parte del mismo 7 núcleos habitados, situados a lo largo de su territorio.
Sus 147 hectáreas se extienden desde el llano hasta la sierra pre-pirenaica y es precisamente la diferencia de altitud y topografía entre uno y otro extremo lo que hace de su paisaje un entorno variado y complejo.
El paso del tiempo no ha tratado bien al medio rural y Nueno no ha sido una excepción. Los núcleos de la Sierra de Guara han sufrido con especial intensidad los efectos de la despoblación y del abandono de su territorio, lo que ha permitido conservar inalteradas la morfología de los mismos y sus alrededores. En el llano, la acción continuada del hombre y la evolución de los medios de producción han borrado o, cuando menos, desdibujado la huella del paisaje preindustrial original. Las nuevas estrategias de ocupación del territorio no están sometidas ya a los dictados del mismo sino que imponen sus reglas.
El eje principal del trabajo que aquí se muestra es el análisis de las diferentes huellas del hombre sobre este territorio y su estudio a través de la consideración de las mismas como estratos superpuestos. La lectura transversal de estas capas nos proporciona información de la extensión e intensidad de la actividad humana a lo largo del tiempo pero, sobre todo, nos da una idea de la capacidad de transformación y adaptación a las distintas circunstancias del medio.
El hombre habita, recorre y explota el territorio y es a través de estas tres acciones que lo antropiza progresivamente. La transformación correspondiente a cada una de esas acciones es bien distinta pero todas ellas están estrechamente interrelacionadas. Históricamente, la situación de los núcleos y su morfología estaban directamente relacionados con la topografía pero también con las vías que los comunicaban y con los campos de los que se alimentaban. El trazado o construcción de unos u otros ha estado siempre ligado y se ha desarrollado atendiendo a los dictados del territorio. Esta relación de diálogo ya no es hoy tan clara pero todavía es reconocible en los pueblos, caminos y campos del municipio de Nueno. El conjunto de todos ellos constituye un paisaje cultural digno de estudio y conservación.
El paisaje como tal es una construcción mental del observador y está intensamente condicionada por sus vivencias y conocimientos previos. Para mostrar la información recogida durante estos últimos meses y hacer además partícipe al visitante de la recreación del territorio de Nueno, hemos planteado una representación tridimensional de parte de los contenidos, de forma que cada uno pueda disfrutar de su propia interpretación de la misma.
La representación del estado actual junto con la de las trazas del pasado, todavía visibles, permite poner en su contexto espacio-temporal los distintos elementos del territorio y comprender de forma clara a día de hoy porqué las cosas son como son.